El museo del Ermitage

De merecida fama mundial, el museo acumula más de dos millones de objetos, de los que obviamente se pueden contemplar tan sólo una pequeña parte. El número de edificios que contienen sus obras se va ampliando constantemente, y ya no sólo en los cercanos al núcleo inicial. Sin embargo, la colección principal sigue estando en el palacio de Invierno y sus aledaños.

Museo de pintura, escultura, arqueología, militar, de artes decorativas... y dentro de un palacio imperial. Tal vez demasiadas cosas a la vez, aunque para los visitantes ocasionales no deja de ser una oportunidad de contemplar el gran recorrido por el arte en una sesión más concentrada. Además, la variedad lo hace más entretenido, y aunque "monstruoso", lo cierto es que es abarcable seleccionando piezas.

Interesante la muestra de arqueología siberiana (suena raro, pero realmente curiosa, como el carro funerario de la imagen). Nadie por allí, lo que se agradece ante los grupos masivos que se agolpan ante los Leonardos...

La sección egipcia, con piezas muy notables, no abruma como sus homólogas en Berlín, Londres o París.

Muy notable la escultura clásica y en especial la cerámica griega, con una enorme sala repleta de piezas magníficas.

La pintura italiana está profusamente representada. Las estrellas, las madonas de Leonardo da Vinci. Como casi todas las obras clave, con cristal y al lado de la ventana, lo que impide de hecho su correcta visión. Así que mejor concentrarse en los magníficos cuadros de Fra Angelico, con una mejor iluminación y menos cabezas alrededor.

La pintura española ocupa dos salas, con más de veinte Murillos, bastantes obras de Zurbarán, Ribera y El Greco y unos cuantos cuadros de Velázquez, entre otros.

Impresionante la selección de Rembrandt, y en general la pintura holandesa.

Pintura inglesa amplia y notable, como el Gaingsborough de la imagen.

Sorprendente (para nosotros al menos) la pintura de las vanguardias históricas, con decenas de Picassos, una notable colección de Pisarro, Gauguin, Monet, Van Gogh, Matisse, Kandinsky, expresionismo alemán...

Consejo ineludible para futuros visitantes: comprar la entrada por Internet. La imagen lo dice todo: la cola, para la taquilla. El pasillo libre, si ya compraste la entrada. Nos ahorraríamos como una hora y media, aunque eso sí, te miran un poco raro al pasar...